Como de costumbre sin respeto, ingeniosa e irreverente, al límite de lo demencial.
Brittany y Alex son diferentes en absolutamente todos los puntos de su vida, o eso parece en un principio. Aunque como cabe de esperar no empiezan con buen pie su relación por las diferentes caretas que cada uno se ha impuesto, poco a poco se irán dando cuenta de que tienen más cosas en común que con ninguna persona de sus respectivos entornos. 
En esta parte sugiere que a pesar de aquello por lo que ha pasado, dice que no puede cambiar y tal vez no sea porque no pueda, sino porque el ya está corrompido por la sociedad y por lo tanto no tiene nada que hacer. Y, de ahí creo que está sacado el título debido a que esto provoca un conflicto interior entre lo que debe hacer para superar su adicción y como decide comportarse. Entra en juego la polémica ética-moral. 
La entrada de hoy pensaba dedicarla de lleno a la ironía. Pero ha habido un pequeño cambio de planes. 
Nuestra constante respuesta respecto a esto es: “¿Pero que puedo hacer yo? Nada de lo que haga va a cambiar el mundo” Pues con esa actitud amigo mío, seguro que no.
Cuando creamos el blog pensamos que lo más difícil ya estaba hecho. Perder un poco de tiempo en crearlo, atrevernos a hacerlo.
El domingo por la noche en TVE a las tantas de la madrugada me acordé de que daban esta maravilla del cine que yo por desgracia todavía no había visto y como en verano mis horas de sueño están bastante trastocadas me la tragué entera.
He de decir que me maravilló desde el primer minuto debido a la estética gris de la película y continuó encandilándome con los personajes y el trato de la vida y la muerte que Tim Burton tan bien sabe madurar. Digo esto por que como dice en la sinopsis, lo que más llama la atención es el contraste entre el mundo de los vivos, gris, aburrido y con malas personas, y el de los muertos, alegre, colorido y lleno de esqueletos bailongos. Durante toda la película es una fina línea la que se para la vida de la muerte.
En el videoclub al que vamos siempre la película está en la sección infantil, pero yo la recomiendo a cualquier persona de cualquier tipo, porque es entretenida y sobre todo porque la técnica de Stop-Motion está magistralmente realizada. Es una técnica impresionante que requiere mucha dedicación y paciencia, pero muy divertida de hacer.
Yo ya soy una gran fan de Tim Burton, pero si aún no lo conoces ésta es una buena película para iniciarse y quizás, si de verdad te gusta, seguir con “Pesadilla antes de Navidad” “Eduardo manos tijeras” o “Big Fish”.
Claro que si no te gustan los musicales abstente por que los esqueletos bailongos también cantan.
La película en si es delicada y bella, con valores para la infancia y una trama para la madurez. Te encantará si alguna vez, al igual que yo, te has sentido como un personaje de Burton, alto y desgarbado, ojeroso y descuidado, que en cualquier momento se tropieza y aparece en un mundo de fantasía.
