¿Piensas que tu vida es deprimente? Bueno, sinceramente creo que no has pensado bien, recapacita y mira la foto de ahí al lado. Si, conocida nacionalmente, apodada la princesa del pueblo, igualmente querida y odiada. Belén Esteban. La que se hizo famosa por tocar la chorra a un torero, como dice Ángel Martín (Sé lo que hicisteis…).
Hoy estaba intentando ver True Blood (serie de vampiros de la HBO) mientras los del plató de Informe DEC discutían acalorada e irrespetuosamente sobre la supuesta amistad entre Aurelio Manzano y Fran, el reciente marido de aquí la mujer en cuestión. Parece ser que Fran y Aurelio son amigos pero ella no se fía de Aurelio, periodista y colaborador de DEC. Razón no le falta, porque yo pensaba, cándida de mí, que los amigos se preocupan de ti sin micrófonos de por medio. Este asunto parecía crear algún problema en la pareja que ya van por su novena discusión en lo que llevan de matrimonio. No es que yo pretenda hacer publicidad de la Esteban ni de su vida, era para meter al lector en el meollo. Yo, inocentemente, le he sugerido a mi madre que quizá echasen alguna película medio decente en la uno, pero ella, desoyéndome completamente y sabiendo mi aberración hacia los programas del corazón ha seguido mirando la tele. La cuestión exacta es esa, si le pregunto, mi madre dice “A mí no me interesan sus vidas” pero ahí está viendo el programilla, haciendo que me pregunte a mi misma si seré adoptada. ¿Por qué hacen tanta audiencia estos programas? No entiendo, no me cabe en la cabeza, bueno puede que sí, porque en realidad las personas quieren saber que no son tan desgraciadas, que hay gente que lo pasa peor, por eso quieren carnaza, morbo, situaciones embarazosas que ellos llevan en privado pero de las que se pueden regodear en la televisión, cuando les pasan a otros.
Luego la rara soy yo, que a mí sí que no me interesan las vidas de estas personas, que no se quienes son, ni sus primos, ni sus tíos, ni sus rollos, ni sus fiestas, ni nada, yo escribo en el blog y veo True Blood.
Claro que ésta, como siempre, es mi humilde opinión.
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